Pues sí, hoy me toca irme a jugar al casino. Será mi reencuentro con algunos rivales de poker, y con otros que casi se pueden llamar amigos, después de meses comportándome como la hormiga, recolectando durante el verano, trabajando duro para tener unos fondos con los que moverme por las mesas.
Quizá es bueno comenzar con un poco de ruleta. Unos pocos euros al azar, aquí y allá, pero prestando especial atención al 25 y al 9. Esos números son la clave en mi vida. Pero, después de eso, vamos hacia algo donde mis acciones ya empiezan a tenerse en cuenta: el blackjack.
Ahí también gana la banca, pero ya puedo tomar mis propias decisiones, y ese es un buen entrenamiento antes de llegar al plato fuerte: poker.
En este caso se trata de un torneo clasificatorio para el gran torneo navideño, y, cómo no, espero encontrarme con algunos, sobre todo para saldar cuentas pendientes. Por ejemplo, devolverles algunos bad beats por los que he tenido que pasar.
Todo se nivelará, espero.
Quizá es bueno comenzar con un poco de ruleta. Unos pocos euros al azar, aquí y allá, pero prestando especial atención al 25 y al 9. Esos números son la clave en mi vida. Pero, después de eso, vamos hacia algo donde mis acciones ya empiezan a tenerse en cuenta: el blackjack.
Ahí también gana la banca, pero ya puedo tomar mis propias decisiones, y ese es un buen entrenamiento antes de llegar al plato fuerte: poker.
En este caso se trata de un torneo clasificatorio para el gran torneo navideño, y, cómo no, espero encontrarme con algunos, sobre todo para saldar cuentas pendientes. Por ejemplo, devolverles algunos bad beats por los que he tenido que pasar.
Todo se nivelará, espero.
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